DECRETO 72/2010, de 30 de abril, del Consell, para la conmemoración en la Comunitat Valenciana del bicentenario de la Constitución Española de 1812.

SecciónI - Disposiciones Generales
Rango de LeyDecreto

DECRETO 72/2010, de 30 de abril, del Consell, para la conmemoración en la Comunitat Valenciana del bicentenario de la Constitución Española de 1812. [2010/4944] PREÁMBULO El 19 de marzo de 2012 se conmemora el segundo centenario de la aprobación en las Cortes de Cádiz de la primera Constitución española, la Constitución de 1812.

La Constitución Española de 1812 es, sin lugar a dudas, un hito en la historia del constitucionalismo universal, por cuanto implicó de ruptura con el absolutismo, afirmación de la soberanía nacional y consagración de los derechos y libertades de los ciudadanos. Durante muchas décadas fue la referencia de aquellos pueblos que aspiraban a establecer un estado de derecho basado en la libertad de las personas y la soberanía nacional.

Esta constitución es el fruto del ejercicio de la soberanía por el pueblo español, que de manera indiscutible se erigió en poder constituyente ante la ausencia de poder legítimo y la invasión del territorio nacional por parte de una potencia extranjera. La respuesta de los españoles a la agresión napoleónica alcanzó las cotas más altas de dignidad que la historia puede describir, y se tradujo en la redacción de una constitución basada en los principios de libertad, soberanía y justicia.

La Constitución de Cádiz significa, además, el nacimiento moderno de la nación española. Pero Cádiz significa una revitalización de la conciencia nacional como no había existido hasta entonces.

La Constitución de 1812 constituye, de esta manera, la asunción por el pueblo español del máximo nivel de autonomía posible a partir del reconocimiento y afirmación de su condición de nación única e indivisible, fundamentada en su libertad e independencia.

Estamos en presencia de lo que ha venido en denominarse una constitución mito, ya que Cádiz simboliza, como ninguna otra constitución, la adopción de algunos de los principios de la revolución liberal.

De esta manera, el liberalismo político que desde finales del siglo XVIII cuestionaba las monarquías absolutistas, alcanzó en España niveles de madurez equiparables a los que se daban en las sociedades más avanzadas del momento, como Estados Unidos o Inglaterra.

La carta...

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